Y¡Te enseñamos cómo quitarlo en minutos!
¡Ay! ¡El amor! Esa rara combinación de sustancias químicas y hormonas que nos obliga a hacer cosas raras y desconocidas por cualquier otra especie creada por la madre naturaleza. El cariño y el deseo de compartir ese cariño aparece también en otros animales más desarrollados desde el punto de vista de la evolución, pero sin lugar a dudas ninguno de ellos opta por demostrar su afecto con gestos tan ilógicos como los inventa el ser humano. Ya ni siquiera vamos a hablar de gestos como regalar trozos de carbón sometidos a presión o unir boca con boca para intercambiar jugos corporales y toques de lenguas, sino de algo que excede las posibilidades cognitivas de nuestra madre naturaleza.
Se trata de los famosos y temidos chupetones, llamados también marca del beso o mordisco del amor. Aunque se dice que son “del amor”, todos los temen y poco quien es lo suficientemente valiente para lucirlo en público con toda la alegría y tranquilidad del mundo, ¿verdad? Eso tiene que significar que no es tan inocente y puro como se puede pensar. Es más, si por casualidad alguna resulta que tienes uno, haces todo lo posible para ocultarlo, a menudo poco efectivamente. Por eso no te puedes perder este artículo
¿Qué es exactamente un chupetón? En realidad, esta marca es un tipo de contusión, o sea un tipo de daño que recibe el cuerpo humano por una causa exterior. Esa “causa exterior” resulta ser un ser querido a quien la pasión se le sube demasiado a la cabeza y decide hacerlo saber usando la técnica de la sanguijuela. Eso, desgraciadamente, provoca una rotura de los vasos capilares y un almacenamiento de sangre que hace que la zona tratada con tanta pasión termine siendo de color rojo oscuro o incluso morado, según la pasión aplicada
Qué es lo peor de todo? Que la señal de “amor” para nada quiere irse a la mañana siguiente. Ni tampoco a la siguiente, ni a la siguiente tampoco. La marca suele durar varios días, o en casos extremos incluso semanas… ¡Una barbaridad! Durante todos esos días y algunos más estás peligrosamente expuesto a las risitas burlonas de todo compañero y compañera que la logre ver en tu cuello.
Le que la mayoría de nosotros hace en esos momentos tan frágiles de la vida es intentar ocultarlos, cueste lo que cueste. Uno de los métodos comunes es usar ropa que tapa el cuello, sin embargo eso tiene sus puntos débiles: si estás en pleno verano no te pondrás un jersey de cuello alto porque te morirás de calor, o peor aún, de la vergüenza de explicar que te estás muriendo de frío en una habitación con calentación al máximo, aunque todos ven perfectamente que dentro de poco te derretirás como un helado en el horno. Otro método es la tirita. Parece buena idea, pero tampoco lo es, ya que despierta sospechas. Es difícil hacer pasar la historia de un corte en el cuello de manera convincente.
La mujeres lo intentan con maquillaje, cosa que no siempre sale bien, y los hombres lo tienen incluso más difícil porque no pueden ni siquiera maquillarlo. En otras ocasiones intentamos recurrir a métodos más alternativos, pero resulta que ninguno de esos funciona o son demasiado complicados y requieren ingredientes poco asequibles, como polvo estelar de Marte o la sangre de una virgen. Todo eso en conjunto nos lleva a una situación de desesperación absoluta de la que procuraremos salvarte
aquí abajo el método
Como hemos mencionado anteriormente, lo fundamental en un método efectivo es que tengamos todos los objetos e ingredientes necesarios en casa, ya que la naturaleza salvaje del temido chupetón hace que aparezca de improvisto y nadie tiene tiempo ni posibilidades de acudir al programa espacial de NASA para conseguir polvo estelar de Marte, menos aún para buscar hoy en día vírgenes, que sería parecido a buscar unicornios. Sin embargo, en el caso de nuestra “receta” para chupetones, no vas a necesitar nada de eso y todo lo tendrás en casa. En primer lugar: una cuchara. No nos puedes decir que no tienes cucharas en casa. En segundo lugar: un cubo de hielo. Por último: gotas para ojos.
Una vez recogidos todos los elementos, vas a necesitar más o menos unos minutos de tranquilidad y te aseguramos de que el chupetón desaparecerá por completo. Claro, no será posible en cuestión de tan poco tiempo restaurar los vasos capilares, pero sí será posible hacer algo con la sangre allí almacenada.
Para empezar, utiliza la cuchara y el cubo de hielo para enfriar el chupetón. Sabemos que puede ser una sensación ligeramente desagradable y no tiene comparación con el proceso de hacer un chupetón, pero eso no tiene remedio. A continuación, coloca la parte trasera de la cuchara sobre el chupetón y gírala hacia la izquierda durante 15 segundos. Después, haz lo mismo hacia la derecha. Asegúrate que la parte redonda de la cuchara encaje perfectamente en la zona de la herida. De esta manera lograrás eliminar la rojez de la marca de amor.
Para terminar, aplica un par de gotas para los ojos sobre la zona afectada y déjala reposar durante unos minutos. Así de fácil. Si el chupetón es tan poderoso que no ha sido suficiente con eso, repite el proceso las veces que sea necesario. ¡Después de muy poco tiempo, no habrá ni rastro del pecado nocturno! Si te ha gustado el artículo, compártelo con tus familiares y amigos.
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